Las restricciones impuestas por Washington a Rosneft y Lukoil provocaron que grandes compañías de Beijing detuvieran las transacciones, pese a la cercanía que han mantenido Xi Jinping y Putin desde el inicio de la invasión a Ucrania
por INFOBAE
Las principales petroleras estatales de China han suspendido sus compras de petróleo ruso tras la imposición de nuevas sanciones de Estados Unidos sobre Rosneft y Lukoil, informaron varias fuentes comerciales este jueves a la agencia Reuters. La decisión llega en medio de las dificultades para encontrar una salida diplomática a la guerra en Ucrania y después de que el Kremlin descartara un posible encuentro entre Donald Trump y Vladímir Putin destinado a explorar alternativas para la paz
De acuerdo con los reportes de la agencia de noticias, las compañías chinas PetroChina, Sinopec, CNOOC y Zhenhua Oil han optado por abstenerse, al menos temporalmente, de negociar con crudo ruso enviado por mar ante el temor a represalias por las sanciones estadounidenses, según varios operadores del sector. De acuerdo con fuentes consultadas por medios comerciales, ninguna de estas empresas respondió a las solicitudes de comentarios.
China importa cerca de 1,4 millones de barriles diarios de petróleo ruso por vía marítima, aunque la mayor parte corresponde a refinerías independientes, incluidas empresas conocidas como “teteras”. No obstante, los volúmenes adquiridos por las compañías estatales varían según el análisis: Vortexa Analytics sitúa sus compras por debajo de 250.000 barriles diarios en los primeros nueve meses de 2025, mientras que la consultora Energy Aspects eleva la cifra a 500.000 barriles diarios. Fuentes del sector indicaron que Unipec, la unidad de comercialización de Sinopec, detuvo sus compras la semana pasada tras la decisión del Reino Unido de sancionar a Rosneft y Lukoil, así como a buques de la denominada “flota fantasma” y a entidades chinas, incluida una importante refinería.
La medida adoptada por las petroleras chinas coincide con un drástico recorte de las importaciones de petróleo ruso por parte de las refinerías de India, que también buscan cumplir con las sanciones estadounidenses. La caída de la demanda en los dos mayores mercados de crudo de Rusia representa una presión adicional sobre los ingresos de Moscú, obligando tanto a Rusia como a los importadores mundiales a buscar otros proveedores de energía, lo que repercutirá en los precios globales del petróleo.
El miércoles, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció un “aumento sustancial” de las sanciones a Rusia que incluye a Rosneft y Lukoil, junto con más de treinta filiales. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró que las sanciones buscan “detener la maquinaria bélica del Kremlin” y presionar para lograr un alto el fuego en Ucrania. Según el comunicado oficial, todas las propiedades e intereses de las empresas sancionadas en territorio estadounidense quedaron bloqueadas y se prohibieron todas las transacciones con ellas sin autorización expresa, incluso aquellas realizadas por personas o bancos extranjeros que faciliten operaciones significativas para el sector energético o militar-industrial ruso.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) advirtió que las sanciones también pueden extenderse a entidades internacionales que mantengan lazos financieros o comerciales importantes con las empresas listadas, lo que incrementa el riesgo de penalizaciones secundarias para bancos y operadores extranjeros.
Este jueves, el presidente ruso Vladímir Putin calificó las sanciones estadounidenses contra Rosneft y Lukoil como un “acto inamistoso” que afectará las relaciones bilaterales, aunque señaló ante la prensa en el Palacio del Kremlin que tendrán un impacto limitado sobre la economía rusa y que sustituir el petróleo ruso en los mercados globales será un proceso prolongado, de acuerdo con declaraciones recogidas por medios locales.
Paralelamente, fuentes diplomáticas informaron a la agencia Europa Press de que la Unión Europea (UE) alcanzó la noche del miércoles un acuerdo para adoptar un nuevo paquete de sanciones europeas, que incluye una prohibición total de importaciones de gas natural licuado ruso dentro de seis meses, así como restricciones a la llamada “flota fantasma” utilizada por Moscú para eludir los controles. El paquete, que será formalizado este jueves durante la cumbre de líderes europeos, agrega 117 embarcaciones a la lista de buques sancionados, amplía el control sobre las transferencias entre barcos y limita servicios como el acceso a puertos y seguros.
Las medidas europeas, parte del paquete número 19 desde el inicio del conflicto, también establecen restricciones al movimiento de diplomáticos rusos, sanciones sobre nuevos bancos rusos y bielorrusos, y restricciones al uso de servicios de criptomonedas, según fuentes diplomáticas citadas por la agencia.
Desde febrero de 2022, Estados Unidos afirma haber sancionado a más de 6.000 personas y entidades vinculadas al esfuerzo militar ruso, en coordinación con la Unión Europea, el Reino Unido y otros aliados, con el objetivo de cercar económicamente al gobierno de Moscú y limitar su acceso a capital, tecnología y recursos energéticos.